DIARIO DE SEVILLA / 8/8/2015

JUAN PAREJO

La segunda fase de las obras de rehabilitación del convento de Santa Clara se dilatarán más de la cuenta. Si bien ya deberían haber terminado, como se anunció en su momento, la aparición de unas pinturas murales hará que retraso sea aún mayor. El Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) ha tenido que revisar todo el proyecto y realizar un modificado del mismo para restaurar los frescos hallados. Sólo falta el informe favorable de la comisión provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía para retomar los trabajos. La intervención durará un mes y medio, aproximadamente. 

Durante la segunda fase de las obras de rehabilitación del convento, centradas en el refectorio alto, el ala sur del claustro alto y las crujías del suroeste del claustro, han aparecido unas pinturas murales que los expertos fechan en el siglo XVII o XVIII, y que han obligado al ICAS a realizar una modificación del proyecto aprobado y actualmente en ejecución. La inversión necesaria para la restauración es de 67.500 euros y se ha sacado de otra partida presupuestaria. Aunque las pinturas fueron halladas hace unos meses, no se realizó este modificado y se ha seguido trabajando hasta que se ha llegado a los frescos. Mientras llega el informe favorable de Patrimonio a la modificación, los trabajos se tendrán que interrumpir en esta zona. 

Esta segunda fase de la rehabilitación integral del antiguo convento tenía un plazo de ejecución de ocho meses y debía haber concluido antes del pasado mes de mayo. Con la reapertura del refectorio alto el espacio expositivo ya existente se iba a ampliar en 560 metros cuadrados. 

En la primera fase de la rehabilitación del convento, inaugurada en febrero de 2011, se intervino más de una tercera parte de los 8.000 metros cuadrados de todo el conjunto. Gracias a esta obra se pudo abrir al público el Espacio Santa Clara, que se ha convertido en un referente cultural que ha acogido importantes exposiciones durante estos años. En una tercera fase quedaría por recuperar el compás del convento, situado entre la calle Santa Clara y Hombre de Piedra; el antiguo palacio de Don Fadrique, y la Sala de Profundis, que en su momento fue intervenida en parte. 

El convento de Santa Clara ocupa un solar de 12.000 metros cuadrados en el barrio de San Lorenzo, en la zona norte del Casco Antiguo. El jardín y la Torre de Don Fadrique pasaron a manos municipales en 1920, mientras que el claustro y los refectorios son del Arzobispado, aunque se cedió en 2001 al Ayuntamiento. El templo sigue siendo de uso y propiedad eclesiástica.