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| ABC SEVILLA / 19/8/2015
M.J. PEREIRA
Heineken ha puesto a la venta, a través de la consultora Inerzia Asesores Inmobiliarios, el pabellón de la Cruzcampo de la Expo 92, cerrado desde 2007. El precio de venta alcanza los 2.425.000 euros, diez millones menos de lo que la inmobiliaria Domo acordó pagar por el mismo en 2008.
El edificio tiene 5.276 metros cuadrados construidos pero no está protegido, como sí ocurre con otros pabellones de la Exposición de 1992. La delegación provincial de Cultura de la Junta tampoco ha mostrado interés en su conservación, por lo que puede ser demolido. La parcela en la que está construido el pabellón de la Cruzcampo es de 3.517 metros cuadrados, aunque la edificabilidad permitida es de 5.276 metros cuadrados.
Los usos de la parcela, situada entre el pabellón de Retevisión de la Expo 92 y la actual entrada deIsla Mágica, son terciarios, por lo que podrán levantarse en la misma oficinas, tiendas e incluso un hotel. El Plan General de Ordenación Urbana de 2006 admite que el edificio que se construya tenga bajo y tres plantas. Llama la atención que el PGOU diera a esa parcela sólo 5.000 metros cuadrados de edificabilidad, mientras que a un solar situado justo enfrente, de titularidad pública y hoy parking de abonados de Isla Mágica, le otorgó más de 11.000 metros cuadrados repartidos en diez plantas.
El pabellón fue diseñado por el arquitecto Miguel de Oriol Ybarra, autor también del edificio de la Santa Sede, que fue demolido en 2007 para que la Confederación de Entidades para la Economía Social (Cepes) construyera su nueva sede. Con su emblemática figura de Gambrinus –mascota de Cruzcampo– colgada del edificio, este pabellón fue uno de los más visitados durante la Expo 92. Tras la Muestra Universal fue utilizado por Isla Mágica y acogió un restaurante italiano, un teatro para eventos y sótanos para la logística del parque. En noviembre de 2007 Isla Mágica entregó el pabellón a Cruzcampo para su comercialización.
En julio de 2007, el grupo inmobiliario Domo firmó una opción de compra del pabellón por 12 millones pero no la ejecutó antes de diciembre de 2008, perdiendo la empresa los 1,4 millones que había entregado de fianza. A raíz de esa operación fallida Heineken declaró que no tenía intención de retomar otra vez el proceso de venta y que se tomaría un tiempo para pensar qué destino daría al pabellón. Siete años después, cuando existen ya indicadores que apuntan a la recuperación económica y del mercado inmobiliario, Heineken ha decidido intentar de nuevo la venta del pabellón, esta vez por 2,4 millones de euros, diez millones menos que en 2007. |
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