EL MUNDO / 9/9/2015

EVA DÍAZ PÉREZ

A falta de las hazañas en el presente, habrá que buscar en el pasado. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, declaró este martes su compromiso con la conmemoración histórica de la Primera Vuelta al Mundo, una gesta de la que se cumplirán cinco siglos en 2019. Ya se sabe que Sevilla es una ciudad que sólo parece avanzar a golpe de efemérides como ya ocurrió con la Exposición Iberoamericana de 1929 -que sirvió para dejar atrás el siglo XIX- o la Exposición Universal de 1992 que conmemoraba el quinto centenario del Descubrimiento de América. Son ocasiones o coartadas que permitieron que la ciudad modernizara sus infraestructuras.

Sin embargo, Espadas aseguró que «no cabe esperar un evento de las características de la Exposición Universal de Sevilla de 1992». El alcalde aclaró que no se trata de un proyecto edificado sobre planes de infraestructuras, sino de «debates y reflexiones sobre el modelo de ciudad que se quiere, y donde la sociedad civil tome el protagonismo». Pero es evidente que el alcalde busca un nuevo horizonte que sirva como gancho y lo ha encontrado en una efeméride de gran relevancia:la culminación en Sevilla de la primera circunnavegación a la tierra iniciada por Magallanes en 1519 y culminada por Elcano en 1522. Una epopeya que parte de Sevilla y que, sin duda, es uno de los grandes momentos históricos.

Espadas considera que «es una oportunidad internacional para la ciudad y un evento para captar proyectos empresariales». Ayer mantuvo un encuentro con entidades sociales para impulsar un proyecto que quiere convertir en «un asunto de Estado», implicando al Gobierno central y a la Junta. De momento, poco más se sabe, sólo una vaga idea sobre la filosofía del proyecto. Es de temer que, como ha ocurrido en tantas ocasiones, no se remate con seriedad un programa a la altura de las circunstancias. Entre otras cosas, porque tradicionalmente Sevilla suele ser olvidadiza con los asuntos de su Historia.

A pesar de ser un asunto del pasado, el acontecimiento que se quiere recordar tiene una oportuna lectura contemporánea, ya que en realidad fue el primer episodio de la globalización. Una circunstancia que Sevilla por su protagonismo en la historia no debe dejar pasar. Esa primera globalización que supuso el viaje histórico consiguió convertir a Sevilla en el eje de la primera gran ruta comercial -cultural, religiosa, de ideas y de personas- de la Historia. Y es que a raíz de esa travesía se crea la gran ruta comercial transoceánica que uniría los continentes europeo, americano y asiático inaugurando así la primera globalización.

Tras la travesía se creó la ruta del Galeón de Manila o la Nao de la China que enlazaba Sevilla con los puertos de Veracruz y Acapulco -en Nueva España, hoy México- y los de Manila. De esa forma, Sevilla era el puerto al que llegaban mercaderías de todo el mundo. Unhecho histórico trascendental que paradójicamente ha sido escamoteado en ocasiones por la historiografía anglosajona que difundió con mejor efecto el viaje de Francis Drake, a pesar de que no culminó hasta ochenta años más tarde que la travesía de Magallanes. De hecho, durante mucho tiempo se ha creído que fue Drake quien dio la primera vuelta al mundo.

El 10 de agosto de 1519 Magallanes parte de Sevilla con la llamada Armada de la Especiería en la que se descubriría la ruta que permitió alcanzar las islas de las Especias -Las Molucas, actual Indonesia- navegando desde España hacia Occidente. Un hecho que provocó elreplanteamiento del mundo conocido al dinamitar simbólicamente el Tratado de Tordesillas de 1494 que repartía las zonas de navegación y conquista entre España y Portugal.

Este viaje que ahora se pretende convertir en excusa para relanzar la idea moderna de la ciudad significó la primera vez que el hombre europeo navegó por las aguas bañadas por el cono sur americano. Además supuso el descubrimiento del estrecho que une Atlántico y Pacífico y que se llamará de Magallanes o el hallazgo de los archipiélagos del Pacífico de Tuamotú, las Marianas, las Marshall, las Molucas y parte de Filipinas. Un hito histórico en el que se demostró la redondez de la tierra, los husos horarios y datos náuticos y cosmográficos claves para el futuro del comercio.

La odisea estuvo llena de peligros, enfermedades, hambre y temporales. En las Islas de San Lázaro -las Filipinas- Magallanes murió luchando con los nativos en una playa de Mactán. Fue entonces cuando Juan Sebastián Elcano se puso al mando de la expedición y regresó con la última de las naves, la nao Victoria, al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 8 de septiembre de 1522. Precisamente, Espadas ha tendido la mano a Sanlúcar para organizar el acontecimiento. El pasado agosto se reunió con el alcalde de la localidad gaditana, Víctor Mora, para abordar juntos diversos aspectos de la efeméride.

De los 243 tripulantes que partieron de Sevilla sólo regresaron diecisiete hombres tres años después. A su llegada en 1522 Elcano escribió a Carlos V tras completar la primera vuelta a la tierra: «...que hemos descubierto e redondeado toda la redondez del mundo», decía en la famosa carta en la que Sevilla quedaba como principal ciudad de su tiempo, el lugar donde empezaba y acababa el mundo