DIARIO DE SEVILLA / 30/9/2015

A.S. AMENEIRO

La Fundación Docomomo Ibérico aseguró este martes a este periódico que está preparando un escrito para enviar esta semana al alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, en el que rechaza el derribo de la antigua Jefatura de Policía de la Gavidia y destaca la importancia de conservar este edificio por ser una de las obras más destacadas de la arquitectura del movimiento moderno del siglo XX en España. La entidad no da crédito al anuncio del regidor socialista. "Nos ha sorprendido el derribo anunciado por el alcalde", admite. 

El edificio sevillano que el alcalde se propone derribar -si un informe técnico certifica que sufre "patologías graves"- está incluido en el registro de la Fundación Docomomo Ibérico como una de las 1.144 obras arquitectónicas clave del movimiento moderno de España y Portugal, tras un largo estudio de más de 5.000 edificios en total. Aparte de estar en esta lista de prestigio nacional e internacional, está protegido por el Plan de Ordenación Urbanística (PGOU) de Sevilla y por la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía como Bien de Interés General de Andalucía. 

Docomomo Ibérico comenzó en 1993 este registró de viviendas, industrias y equipamiento del movimiento moderno desde 1925 a 1965 con el fin de lograr el reconocimiento de esta arquitectura como parte de la cultura del siglo XX, su protección patrimonial y su conservación. 

La fundación aclaró este martes que son 20 expertos elegidos por sus patronos los que deciden "por unanimidad" qué edificios tienen valor para integrar este registro y así sucedió con la Gavidia en 2010. Y esos patronos son todos los colegios de arquitectos de España (excepto los de La Rioja, Ceuta y Melilla), la Fundación Caja de Arquitectos de España y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). Cada patrono presenta una propuesta, se somete a votación y debe salir por unanimidad. El colegio de arquitectos de Sevilla también forma parte de los patronos, por lo que votó a favor de incluir la Gavidia en esa lista de edificios clave. Sin embargo, la institución sevillana ha preferido hasta ahora guardar silencio en este debate. 

La fundación visitó la ciudad en 2010 y de su revisión del edificio en esa fecha concluyó el valor que tiene y su enorme flexibilidad para acoger diversos usos gracias a su estructura diáfana. "El equipamiento de la Gavidia tiene un patio precioso y espacios intermedios muy bonitos que cuando se pongan en valor sorprenderán a la propia ciudadanía, pero eso no será si se lo dejan abandonado". 

Respecto a la ocurrencia del alcalde, la entidad asegura que no le sorprende que se hagan estas propuestas en una zona "muy golosa" como el centro de la ciudad, pero recalca que eso no sucedería "si la sociedad entendiera el valor que tienen estos edificios, un patrimonio muy reciente que la sociedad no ha acabado de aceptar". 

En la visita de aquel año a Sevilla los patronos de Docomomo Ibérico comprobaron que el edificio de la antigua comisaría no estaba en estado ruinoso. Respecto a su pésima apariencia, la fundación recalca que su estética es el resultado de que "se ha dejado y se ha abandonado" en estos años. 

Desde la Asociacion de Defensa del Patrimonio Historico-Artístico de Andalucía (Adepa) su presidente, Joaquín Egea, que también es director del prestigioso colegio Buen Pastor de Sevilla, aboga directamente por el derribo de la antigua comisaría por la estética del inmueble que no va con esa zona del centro y por los supuestos riesgos y los costes "enormes que tiene conservar algo que no ha aportado nada" a esta ciudad. "Apoyamos el derribo si se presenta el proyecto alternativo. Que nos diga lo que piensa construir porque a ver si va a ser peor que lo que había", declaró Egea este lunes a este periódico en referencia al alcalde. 

Adepa pone en duda la inclusión del edificio en la lista del Docomomo Ibérico y mantiene que esta decisión ha partido de "cuatro seudoprogres que deciden sobre el patrimonio sevillano" cuando debía haberse consultado a los ciudadanos, ya que si así fuera "la opinión no sería muy favorable" a conservar el inmueble. Según Egea, este edificio "no aporta nada a la arquitectura de la ciudad, al contrario: ha destruido la imagen" de esa zona. Y concluye que la presencia de placas de fibrocemento en el edificio "no es un problema más", por eso habla de riesgos. En respuesta a Adepa, el arquitecto del edificio Ramón Montserrat alega que el fibrocemento no es el problema, ya que este material está presente en cualquier edificio de España y del mundo construido entre 1920 y 1970.La retirada de este material, presente incluso en tuberías de Emasesa, se realiza con un riguroso protocolo de seguridad que no plantea riesgo alguno.