EL MUNDO / 30/1/2016

FRANCISCO JAVIER RECIO

La asociación conservacionista Adepa y la Fundación Atarazanas, que lideran la oposición al proyecto de rehabilitación aprobado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla para este edificio histórico, han mostrado su satisfacción por la decisión del pleno municipal de pedir a sus promotores la organización de una exposición pública y una moratoria en el inicio de las obras. Satisfacción sí, pero no confianza completa.

Por este motivo, las dos entidades -que trabajan al unísono en este asunto- acudirán en los próximos días a los tribunales para solicitar la suspensión cautelar de la licencia. Lo harán por separado, considerando que esa estrategia les otorga más posibilidades de que un juez ordene frenar la ejecución de la obra. Adepa presentará su solicitud con toda probabilidad entre el lunes y el martes próximo. La Fundación Atarazanas, a final de la semana que viene o principios de la siguiente.

Un grupo de profesionales, entre los que se encuentran los arquitectos Fernando Mendoza -restaurador del Salvador-, José García Tapial -antiguo directivo de la Gerencia de Urbanismo- y José María Cabeza -ex conservador del Real Alcázar- trabajan en la redacción de un documento que sirva de base a la solicitud de suspensión cautelar. Su fundamento será básicamente jurídico, y tratará de demostrar que el proyecto, tal y como lo ha aprobado la Comisión de Patrimonio y la Gerencia de Urbanismo, contraviene la normativa de conservación del patrimonio histórico en los niveles local -el Plan General-, andaluz, español -las leyes de patrimonio- e internacional -los convenios suscritos por el Estado-. La intervención prevista, según los conservacionistas, incluye un aumento de volumetría y de altura incompatible con la catalogación patrimonial del edificio.

Con la solicitud de suspensión cautelar en el horizonte, la semana que viene está prevista una reunión entre todas las partes. La ha propiciado la Consejería de Cultura, que asume una solicitud de la Fundación Atarazanas y que sentará en la misma mesa a representantes de esta entidad, al arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra y a responsables de la Fundación La Caixa. Con toda probabilidad, la Consejería acudirá a esa reunión con una propuesta a los conservacionistas, previamente consensuada con el Ayuntamiento. Ya se están desarrollando conversaciones en ese sentido.

Adepa y la Fundación Atarazanas consideran que ayer ganaron la primera batalla, aunque en ningún caso el pleno haya aprobado -no puede hacerlo legalmente- la suspensión de la licencia de obras.

Joaquín Egea, presidente de Adepa, aseguró a EL MUNDO de Andalucía que la votación del pleno significó una «jornada verdaderamente democrática», que demuestra que «las mayorías absolutas no son buenas en ningún lado».

Es consciente, no obstante, de que la efectividad del acuerdo aprobado ayer es relativa. «La obra tiene licencia, y si la obra se inicia en marzo, como estaba previsto, de nada servirá que los ciudadanos acudan a la exposición pública y den su opinión». De ahí que Adepa esté decidida a presentar la semana que viene la petición de suspensión cautelar ante los juzgados.

En el mismo sentido se expresa Rafael Crespo, presidente de la Fundación Atarazanas: «El acuerdo no es suficiente. El equipo de gobierno puede dejarlo en papel mojado». Crespo sostiene que el proyecto de Vázquez Consuegra contieneincoherencias, por ejemplo en lo relativo a la profundidad a la que se encuentra la capa freática, y asegura que el arquitecto «mintió» a los concejales en la reunión del pasado jueves en aspectos como los micropilotes que se utilizarán para asegurar los pilares que sostienen los arcos.

El presidente de la Fundación Atarazanas acusa al arquitecto autor del proyecto de pretender «imponer su concepción por encima de la opinión de los ciudadanos y de sus representantes públicos».