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2020

Los Jardines de San Telmo, una joya prohibida para los sevillanos PDF Imprimir E-mail

Abc Sevilla / 19/11/2017

Cuando la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, esposa de Antonio de Orleans, duque Montpensier, donó en 1893 a la ciudad las 18,5 hectáreas de jardines que rodeaban su palacio para un parque público, hoy conocido como el de María Luisa, no podía sospechar que la parte más valiosa de ese pulmón verde paralelo al río que había construido por los franceses Lecolant y Forestier acabaría siendo un lugar prohibido para los sevillanos.

Ese espacio quedó encerrado dentro de un muro de dos metros de altura tras el que hoy está la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. El palacio al completo permite visitas guiadasgratuitas que tienen que concertarse a través de una oficina. Pero no están al alcance cotidiano de sus verdaderos propietarios, que son los ciudadanos de Sevilla según la carta de cesión que rubricaron sus dueños a finales del siglo XIX.

Esta situación ha provocado recurrentes desencuentros políticos, ya que el uso exclusivo de este espacio por parte de la Junta de Andalucía vulnera la naturaleza de la donación por la que Sevilla recepcionó los jardines. Y en los últimos años se han presentado distintas propuestas para reabrir este espacio al público, aunque nunca han prosperado.

Ahora lo va a intentar de nuevo Ciudadanos, que presentará en el próximo pleno del Ayuntamiento de Sevilla una moción para derribar los muros que separan a la ciudad de esa joya. La idea no es caprichosa. Está sustentada en el acuerdo del 28 de octubre de 2016 presentado por el propio gobierno municipal de Juan Espadas para rehabilitar los Jardines de San Telmo.

En esa sesión se acordó «constituir una comisión técnica bilateral formada por el Ayuntamiento de Sevilla y las instituciones y empresas ubicadas en la zona con el objetivo de realizar un primer diagnóstico de las principales necesidades en materia de ordenación, movilidad y conservación de la zona entre el Palacio de San Telmo y el parque de María Luisa con el fin de elaborar una propuesta consensuada de ordenación urbana que integre dicho área en el itinerario peatonal, paisajístico y cultural del entorno». Aquella idea pretendía convertir esta zona en una «espacio vinculado a las artes y las ciencias». Pero no ha vuelto a saberse nada del asunto.

Por eso Ciudadanos quiere liderar ahora este nuevo impulso para poner los jardines a disposición de todos los sevillanos. Para ello no sólo recurre al citado acuerdo del Pleno, sino al Plan General de Ordenación Urbana, que sobre este espacio emite la siguiente opinión: «Especialmente desafortunado resulta el modo en que se concreta la ordenación de los terrenos de la última cesión —ligada a la celebración de la Exposición Iberoamericana— conformándose un ámbito loteado para dar cabida a los pabellones inscritos en última instancia (Perú, Chile, Uruguay y Estados Unidos).

El trazado y concreción actual de la calle la Rábida y la negación de toda interrelación entre el Palacio de San Telmo y este ámbito constituye uno de los problemas peor resueltos en este monumental conjunto urbano».

En consecuencia, Ciudadanos defiende que «la relación entre los jardines del Palacio de San Telmo y Sevilla no puede ser un muro opaco de dos metros de altura» y cree que «ya es hora de qu ese recupere para la ciudad» este espacio.

En su moción, el partido liderado en el Ayuntamiento por Javier Millán promoverá que le gobierno realice «las acciones necesarias para recuperar para el espacio público de Sevilla y para los sevillanos los Jardines del Palacio de San Telmo».

Este extraordinario espacio verde es una de las joyas ocultas de Sevilla, no sólo por la importancia de sus autores, Lecolant y Forestier, sino por la gran cantidad de especies exóticas que atesora el jardín.

Sin embargo, actualmente sólo pueden disfrutarlo la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y los funcionarios que trabajan en este edificio. Para los sevillanos y los turistas, lo que hay detrás de la puerta que hay junto al Costurero de la Reina es un enigma que sólo se puede husmear cuando los guardas abren la puerta para accedan los coches oficiales.

 
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