En principio, este evento, que tendrá a la capital sevillana como una de las cuatro subsedes de la fase inicial del mundial —a partir de los octavos de final los encuentros se jugarían en Madrid y Barcelona— se iba a celebrar en el Pabellón de Deportes de San Pablo, donde se celebraron encuentros de los europeos, pero al ser un evento mundial se necesitaban unas instalaciones más adecuadas por lo que se optó por un nuevo edificio o por acondicionar el auditorio de la Expo para tal fin. Las difíciles circunstancias económicas actuales hacen difícil a cualquiera de las administraciones que se pudieran ver implicadas en el proyecto — Ayuntamiento, Junta o Estado— financiarlo, por lo que se optó por buscar otras posibilidades. En esas circunstancias, la Federación Española de Baloncesto (FEB) planteó al Ayuntamiento otra posibilidad: un grupo israelí quería construir un gran centro deportivo y multiusos en Sevilla, por lo que, a cambio de la cesión del suelo, ellos levantarían el edificio que albergaría la nueva cancha de baloncesto.

La cuestión estaba entonces en buscar la parcela que se adecuara a las condiciones que requerían estos inversores que, entre otras cuestiones, consideraban fundamental contar con un gran espacio como aparcamientos. Se han llegado a barajar hasta siete parcelas distribuidas por toda Sevilla para construir ese edificio: cuatro en Sevilla Este —dos junto al parque Reina Sofía, una junto al Guadalpark y la última junto a Fibes; en Higuerón Norte, otra en Los Bermejales, junto a las instalaciones del Fremap, y por último una ubicada junto al estadio de la Cartuja, en una parcela hoy usada como aparcamientos y próxima a la ronda super norte.

En principio, el grupo israelí se decantaba por la parcela de Los Bermejales pero el problema allí es que no había espacio para el número de aparcamientos que ellos deseaban, por lo que al final se ha optado por la parcela de la Cartuja, un solar que está bien comunicado y que además cumple los requisitos del proyecto: tener unos 30.000 metros cuadrados para aparcamientos y en torno a 70.000 de superficie construida en el edificio en sí.Urbanismo estaba de acuerdo y todo apuntaba a que ésta sería la parcela elegida.

El problema ha surgido hace sólo unos días. La parcela en cuestión frente a lo que creía Urbanismo, no es titularidad municipal, ni siquiera del Estadio Olímpico como se les informó desde la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (Epsa), sino que es propiedad de ésta misma entidad, por lo que habrá que ver si la cesión del suelo es posible o imposibilita el acuerdo y hay que buscar una alternativa.

La decisión debe tomarse cuanto antes para poder iniciar los trámites administrativos que permitan iniciar en este año la construcción del inmueble que debería estar listo a principios de 2014, ya que el Mundobasket se celebrará entre el 30 de agosto y el 14 de septiembre de ese año.

Así las cosas, los responsables de la Gerencia Municipal Urbanismo, tras la sorpresa con la que se encontraron hace unos días al descubrir que la parcela es propiedad de la Junta, tienen previsto reunirse esta misma semana con Epsa para plantearles la iniciativa y ver la viabilidad del proyecto. Y es que está pendiente una reunión entre la Gerencia y la FEB para determinar más detalles del proyecto que quedan por determinar, desde cuáles serían las condiciones de la cesión de la parcela hasta qué exactamente se pretende hacer allí y a cuánto ascendería la inversión.

De momento, el esbozo que presentaron los promotores del proyecto al Ayuntamiento muestra un complejo deportivo que simularía la forma de una gran bola de cristal y sería un centro multiusos, donde se combinaría la práctica deportiva con eventos musicales y con un gran espacio comercial.