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La capilla de San José rescatará la imagen que tuvo hace un siglo PDF Imprimir E-mail
Capilla San Jose

Abc Sevilla  / 29/11/2021

En la nave del Evangelio de la capillita de la calle Jovellanos se encuentra 'El sueño eterno de San José', un imponente conjunto escultórico atribuido a Cristóbal Ramos que es una metáfora de lo que anheló el fraile Diego de Valencina tras la quema de 1931: que el templo renaciera de las cenizas. Este capuchino que fue secretario del Museo de Bellas Artes luchó contra cielo y tierra para afrontar su reconstrucción pese al enorme coste económico que suponía. Y lo logró. Terminó las techumbres, la bóveda, los nuevos retablos, las capillas, la sacristía... Sin embargo, la chimenea que se formó en las cubiertas de madera destruyó una gran parte de los frescos y el resto de las pinturas murales de Domingo Martínez -uno de los principales discípulos de Murillo- quedó escondida bajo el hollín. Así, durante 90 años. Ésta fue la única restauración que quedó pendiente. Y ahora, en 2021, gracias al impulso de fray Eduardo Rodríguez y de Ana Martín, una fiel devota de la capilla, aquel sueño que tuvo Diego de Valencina para San José se ha hecho realidad.
Las pinturas murales de la capilla recuperarán el esplendor perdido y mostrarán la imagen que lucía hace casi un siglo. De momento, sólo se podrá afrontar la recuperación del primer sector, el correspondiente al coro y al primer tramo del templo. Para ello, la comunidad franciscana ha recibido una importante ayuda municipal en forma de dos subvenciones por valor de 285.524 euros, que financiarán casi en su totalidad tanto la restauración de este sector como la consolidación estructural de algunas zonas como el muro que da la Casa de Soria, la zapata de ensamblaje de la primera planta donde está el altar de la Divina Pastora y Cristo del Perdón y el primer tramo del zócalo de azulejos de la iglesia.

 

Por un lado, la Gerencia de Urbanismo ha financiado los 109.532 euros que cuesta el afianzamiento de la pared, que soporta desde hace años unas grandes filtraciones que ponen en riesgo su estabilidad. También, la citada zapata, que hay que desmontarla. Y, por otro lado, la cerámica del templo, cuyos trabajos han obligado a clausurarlo durante dos meses. El pasado 15 de octubre, la capilla de San José cerró sus puertas para el montaje de los andamios para las pinturas murales -cuya restauración supone una inversión de 175.992 euros- y para la obra del zócalo.

Una vez concluida esta última, en fechas previas a la Navidad, el templo reabrirá al culto compatibilizando su función religiosa con la rehabilitación de los murales, que lucirán en todo su esplendor antes de la próxima primavera. Previamente al trabajo sobre el primer sector de la bóveda, en 2018 se afrontó un proyecto de emergencia para salvar las pinturas murales que se estaban desprendiendo y cuyo estado de conservación había motivado que Hispania Nostra incluyese a la capilla en la Lista Roja del patrimonio, donde sigue a la espera de su completa restauración, siendo hasta ese momento el único monumento de la ciudad que estaba en aquella lista.

Fray Eduardo Rodríguez, quien fue guardián de la comunidad de capuchinos de Sevilla, rector de la capilla de San José hasta el pasado 30 de junio, y encargado de la obra desde su llegada en 2017 hasta finales de septiembre, explica a ABC que aquella obra fue fundamental para mantener los frescos antes de que llegara la ansiada restauración. Así, junto «al ángel custodio de la capilla», la historiadora Ana Martín, logró que el alcalde Juan Espadas facilitara una primera subvención, por valor de 84.000 euros, que con el dinero que puso la Provincia Capuchina de España, hizo un total de 144.486 euros para esta consolidación, a la que ahora se le suman los 176.000 dedicados exclusivamente a la bóveda y los 109.000 para la estructura.

Futuras fases
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por delante que tiene que afrontar el nuevo superior de la orden: lograr la financiación suficiente para poder restaurar el resto de las pinturas. Según un presupuesto elaborado hace ya diez años, todo el proyecto se valoró en un millón de euros, sin contar ahí los daños estructurales. Es decir, aunque habría que actualizar el coste que tendría en la actualidad la mano de obra y los materiales, que presumiblemente sería superior, quedarían aún unos 700.000 euros para completar la rehabilitación, que se haría en al menos tres fases más.

Se trata de un plan a largo plazo que dependerá de la ayuda que presten las administraciones públicas y de los recursos y donaciones que pueda conseguir la orden. Hasta este momento, se han invertido unos 300.000 euros ya exclusivamente en este proyecto, y en ello se han empleado unos cuatro años para lograrlo, ya que entre otras cuestiones también ha habido que sustituir la instalación eléctrica y otros imprevistos como las obras estructurales que son imprescindibles.

La iconografía
Las pinturas murales, que se extienden por una superficie de 229 metros cuadrados, se dedican a la representación de la Sagrada Familia, en especial a la figura de San José. Están atribuidas al círculo de Domingo Martínez y Juan de Espinal, son de estilo barroco (realizadas entre 1717 y 1766), y conservan gran parte de su imagen original bajo la oscuridad provocada por el hollín impregnado tras el grave incendio provocado de 1931. En la parte central de la bóveda, que desapareció, se volvió a decorar con un fondo de nubes, representando el cielo tormentoso que ahora dejará pasar la luz tras la restauración.

 
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